La terapia génica
En el contexto de un panorama que indica la necesidad de una mayor capacidad de control de la hipertensión arterial, surge la necesidad de investigar nuevas avenidas de tratamiento y control de la hipertensión arterial.
La administración de oligonucleótidos de sentido natural y de contrasentido, ha planteado interesantes retos a la tecnología biomolecular. Si bien es posible la administración de oligonucleótidos ya sea desprotegidos o encapsulados en liposomas, el rendimiento de la distribución del fármaco, deja mucho qué desear.
La bioingeniería molecular, además de la identificación de secuencias de las bases púricas y pirimídicas en los oligonucleótidos y las síntesis correspondientes, ha tomado el camino que los virus han ensayado durante muchos miles de años, para llegar al interior de las células. Los ha tomado como portadores del material biomolecular o vectores.
Se han utilizado distintos tipos de virus no patógenos al hombre, con resultados diversos. Se ha tomado el camino de los adenovirus adeno- asociados, como uno de los mas viables y que han sido de buen rendimiento experimental. La transferencia de oligonucleótidos de contrasentido para la síntesis de receptores AT-1 hacia los virus, tiene lugar en el laboratorio de cultivo de virus.
COMO PODEMOS VER EN LA SIGUIENTE FIGURA:
Una vez cargado el vector viral se puede administrar por vía intravenosa o hasta por inhalación y así llega hacia la intimidad de los vasos y de toda la microcirculación y los órganos perfundidos. Por diferentes pasos de endocitosis, liberación intracelular del oligonucleótido de contrasentido, integración génica, impresión del mensaje por el ADN en el RNAm (RNA mensajero) e interpretación microsomal del mensaje, se llega a producir la supresión de la síntesis protéica, o en este ejemplo, la supresión de la síntesis de receptores AT-1 para angiotensina-II.